Wineberg/ Instalación
Débora Daich

 
 

Concepto.
Por mi formación en el área del movimiento, por cómo abordo el trabajo sobre la matriz propia de llevar el cuerpo, el movimiento, el discurrir como el lenguaje, tal vez ahí encuentro como principio al trazo, a la notación, como propiedad singular de un discurso.

Mi línea de trabajo tiene que ver con el registro plástico de los sucesos como formas de notación/anotación. El len-
guaje para mí es un recorte posible, que encuentra su matriz en lo motriz que lo promueve.

Viniendo de las artes del movimiento, tal vez así también fue cómo indagué en la caligrafía de lo que se mueve. Una escritura del movimiento como una matriz del lenguaje.
Una plástica de esa matriz.

En mi trabajo Wineberg el trazo devino por la línea del recorte. Abordar la línea motriz, como lectura del movimiento por el cuerpo, por los cuerpos, fue la consigna para recortar y matriz de pegar.
Los collages ensamblados entre objetos, fueron confeccionados con fotografías de una experiencia de movimiento que desarrollé por el año 2005. Para esa oportunidad me reuní con algunas amigas del movimiento. Llevé una serie de pinturas al óleo que confeccioné, sobre letras consonantes que conformaban algo así como signos autónomos en relación. A las bailarinas – intérpretes les pedí que desarrollasen una improvisación a partir de las resonancias recibidas.  Allí saqué las fotos con las que luego realicé los collages.
Luego comenzó la confección plástica.
Fines del 2009, hacia el 2010. Por el collage con las fotografías, desde las secuencias de los cuerpos en movimiento  fotografiados, se propuso, se fue proponiendo la línea del por dónde recortar.
Así fueron sucediendo los collages. En ellos, las acciones que se ven están cohesionadas como en un film detenido. Como en un nuevo fotograma, una nueva imagen cinética pero pegada, fija, recortada por los límites de lo gestual. Pegada como una nueva acción cohesionada en una detención.

Durante el transcurso del trabajo en estos años, la investigación me llevó a ver cómo la materia de los signos se trasvasa, se liga, se interrumpe por el cuerpo en direcciones a través del espacio resonante. Una forma en forma de línea fluida que cursa en el continuo- discontinuo entre el volumen corporal- espacio interno.(*)
Así, los collages comenzaron a ser nuevos motivos a manera de nuevos cuerpos accionando en una cohesión. Un tiempo concentrado, pegado en el instante detenido  como un simil film, de un nuevo acto suspendido.
Luego el contact aglutinó los collages, desde su pegatina transparencia, con su forma azarosa de unirse a las superficies, no sólo pegó las secuencias del collage fotográfico, sino que se dejó ver  por los espacios vacíos con sus rugosidades y materialidad. El contact funcionó en el pegado, pero sobre todo como contenedor. Como continente tangible de vacío contenido.
A través del contact se evidenció, tomó materia, ocurrió el contacto - momento - presente. Por su toque por las superficies  pegadas se produjo la actualización del flujo incesante del movimiento. Punto por punto de encuentro entre superficies pegadas materializó el  momento puente entre la causa y el efecto. El contact se pegó a su nombre, a su función y a su propiedad. Accionó en su forma y su función, como un sustantivo verbo. Contact contenedor - continente.

Para mi forma habitual de abordar la obra todo el procedimiento del hacer se trasvasa de un lenguaje a otro. Como una sustancia vertida que toma forma desde la información. Que mientras se pierde se forma, se hace mutua. Toma significante. (**)

Eso me interesó: trabajar al significante como un cuerpo más.  Collages en contact, como la materia del instante pegado.  Este material contact tomó del azar, y desde su accionar, desde su pegatina transparencia evidenció al vacío entre los recortes. El contact funcionó como continente de vacío contenido. El Contact como transparencia contuvo a los collages y a los espacios vacíos que se volvieron evidentes, apareciéndose como  materia transparente contenedora de su propio significante.
Pero ¿por dónde recortar esa materialidad?, ¿por dónde evidenciar aún más el vacío contenido?
Es que entre el espesor de los lenguajes del movimiento y de la documentación fotográfica, por el pegado y la composición en el contact se dio la aparición de otro cuerpo móvil.
En la medida que fui trabajando en mis imágenes de collage, la matriz se fue construyendo en la poética del por dónde recortar lo vacío contenido.
La respuesta por cómo volver tangible a la matriz y al vacío me dio fue dando el soporte.
Así, a través del espacio vacío evidenciado, observé que me encontraba con móviles entre transparencias que necesitaban de un montaje fuera de las paredes para poder ser apreciados. Comencé entonces mi búsqueda de contenedores para los collages.
Sucedió que incorporé  a mis  caminatas diarias para la puesta en montaje.  Wineberg fue la calle de mi barrio que núcleo el itinerario, y se impuso como título de  la obra.
Los objetos hallados a través del encuentro por las calles entraron a cursar sentido de ensamblado o de descarte.
Luego otros objetos encontrados en la buhardilla de mi casa fueron combinados con un cuidadoso enfoque de encastre para con los de  Wineberg.
Desde aquí en más fueron sucediéndose las series que conforman este conjunto de instalaciones. Se fueron depurando los materiales que funcionaron como contenedores para el montaje. Se conformaron las instalaciones como estructuras precarias motivadas por operaciones complejas de elaboración.

* En móviles (Atlantes, Rasantes, Intermedios).
* En jabones  
* En rampas escénicas
* En otros contenedores (cajas, entre objetos, maderas, frascos, geles, fotografías, videos, etc.). 

Las fotografías en su lenguaje analógico a la realidad pero confundidas en los collages funcionaron como el cuerpo de la paradoja: un cuerpo y un cuerpo - análogo – pegado por el cuerpo, un entre - hecho. A su vez ensamblados entre los objetos, fueron “puestos en puestas” en el espacio físico. Como un ensamble de símbolos itinerantes entre lo real, lo ficcional, lo reacio.

Entre el espesor  de los lenguajes superpuestos, los signos.

En mi trabajo Wineberg mi intención como autora es notar que: La itinerancia de los signos entre el recorte - acto – escritura es la Marca, es la matriz singular que hace al cuerpo que procesa, se mueve y se fija en forma original y se ensambla en el curso del sentido de la travesía.
Donde el punto a punto es la línea de que toca lo real entrecruzado a lo simbólico. Lo reacio apresado como movimiento, como contacto, como momento hecho. Desde ahí concibo a la forma humana, como movimiento lenguaje, como la forma de procesar lo humano, a la forma de ser en el mundo y marcar el mundo.

Llevar el cuerpo como llevar el mundo.
Notar como anotar. Atlas. Atlante. Atlántico. Atleta.
El mundo por el recorte posible.
El lenguaje es un recorte posible. (***)

Wineberg/ Instalación

Por el recorte – escritura de una línea matriz que se conduce entre el resto.

Donde lo esquivo toma visibilidad – temporalidad como filo que recorta lo reacio. En lo real.
Una escritura del movimiento como una matriz del lenguaje.
Una caligrafía de lo que se mueve.

Algo de ese espesor.
Recortado.
Filo vivido.

 

Wineberg. Apoyos. Recorridos.
 
(*) Donde puedo localizar un punto – origen para mi búsqueda es por los años 1900, cuando Isadora Duncan, bailarina precursora de la danza libre, rompe con las formas de la danza académica dadas hasta el momento. Se opone al  modelo Cartesiano del cuerpo,  por ende de movimiento.   En la danza académica surgida en el siglo XVII,  todo peso es aligerado en pos del  modelo ideal del cuerpo que se mueve. El cuerpo sostenido, fuera de cualquier indicio de que la gravedad pudiera interceder para soltarlo, movido por la idea de control sobre una extensión.
“…Inspirada en las figuras de las esculturas y frisos griegos, por la música a compositores como Beethoven, Tchaicovsky o  Gluck… dejándose impactar por la vibración musical inspirándose en la tonalidad e intensidad de cada frase…el movimiento toma la potencialidad simbólica, aparece como el impulso central del fondo emocional del yo … como respuesta motriz de una situación determinada. De su teoría acerca de la identificación total y totalizadora del artista con los estados de ánimo que estimulan y motivan la expresión, deriva también su definición del movimiento como flujo dinámico, un continuum de ondas emocionales. Todo para Isadora debe ser secuencial, cada movimiento es una premisa necesaria del movimiento precedente.  Esta concepción de un dinamismo fluido y totalizador influenciará luego en todos los desarrollos de la danza contemporánea…” Por otra parte, bailando descalza, Isadora retoma el contacto con el suelo, dándole el peso, la materialidad, el erotismo, cuerpo de un nuevo simbolismo para el movimiento “…
Fuentes/ La Danza contemporánea de Leonetta Bentivoglio traducido por Susana Tambutti/ Mi vida. Isadora Duncan. Losada.

Volviendo al punto origen de mi búsqueda y situándome en época, observando pintura simbolista ví a las mujeres como emblemas  - matriz del movimiento. Aparecieron las mujeres de Muchá, de Klimt, de Rosetti, de Delville, de Millais, de Khnopff. Me llamó la atención como se ven encarnadas a la manera de femme fatale: En la ópera de Strauss, Salomé pide la cabeza de su enamorado… Esperanza de Klimt, otro símbolo erótico que, desde el cuerpo desnudo y en actitud desafiante, pasando por la magnífica cabellera roja provocadora, desprende un cierto aire de perversidad. La mujer aparece como en un sueño colectivo… El aspecto más llamativo de los artistas simbolistas es su aislamiento a lo imaginario, la soledad del soñador…
Fuentes/ El simbolismo. Michael Gibson. Taschen .

(**) En mis indagaciones teóricas verifique el origen de la palabra matriz como procedente del griego Hysteron. Y así di con  Charcot, el psiquiatra francés que en esa época del movimiento simbolista investigaba sobre el origen de la histeria. Pude ver un registro de  imágenes fotográficas de mujeres que él mismo había fotografiado en el  hospicio que dirigía.

(***) Y vuelvo a recordar que los años del movimiento simbolista coinciden con la apertura de Japón al comercio occidental y, avanzando en el tiempo, encuentro a la danza Butoh. Esta forma de danza moderna surgida luego de la segunda guerra mundial, no se desliga del desgarramiento donde el mundo se mueve. Es una danza que sucede en el suceso. Se da un lenguaje de movimiento encarnado desde el filo:  anverso y reverso de ser cuerpo en el mundo.
La danza Butoh baila la reversibilidad del cuerpo en el deslumbramiento – desgarramiento por el entorno. Mis collages ensamblados tienen algo de ese filo por el espesor.

…Algo de ese espesor en filo vivido, condensado, contenido. Y las fotografías en su lenguaje analógico a la realidad pero confundidas en los collages funcionaron como el cuerpo de la paradoja: un cuerpo y un cuerpo - análogo – pegado por el cuerpo, un entre - hecho.

 

Bibliografía y fuentes consultadas:

El simbolismo. Michael Gibson. Taschen.
La Danza contemporánea de Leonetta Bentivoglio traducido por Susana Tambutti.
Mi vida. Isadora Duncan. Losada.
Lo obvio y lo obtuso. R. Barthés. Paidós. Comunicación.
Conversaciones con un maestro Zen, un diálogo con Taisen Deshimaru.
Movimiento Yantra, Henry Michaux. Ediciones del Erizo.
Captar mediante trazos. Ideogramas en China. Henry Michaux. Círculo de las Bellas Artes.
Apuntes sobre Una fenomenología de la Percepción. Merlau Ponty.
Vigilar y Castigar. Capítulo “Los cuerpos dóciles”. Michael Focault.
Antropología de las emociones y Sociología del cuerpo. Le Bretón. Nueva Visión.
Cuerpo y comunicación.  F. Alonso – Fernández. Pirámide.
Culturas líquidas en tierra baldía. Roger Bartra. Katz.
El erotismo. Georges Bataille. Tusquets.